El pajaro que me abrio los ojos
El gran pájaro que sobrevuela las flores, posando sus garras atronadoras en lirios indefensos, respira fuerte y luce sus colores, me hipnotiza con sus gráciles movimientos. Me abstrae una criatura tan minúscula y esencial, porque su vanidad de pensamientos, su frágil existencia, y su despreocupación por ello mi mente asola. Y mientra yo con mis falanges congeladas, astilladas con cuchillas de hielo. Me quedo enterrado mientras pienso en lo fácil que abría sido volar, escapar a lomos de la imaginación, soñando libre, volando sin rumbo, sin preocupaciones, mas la única filosofía que danzaría por mi mente, seria vivir feliz hasta donde haga falta.