No me cuentes más historias
No me cuentes más historias y menos sobre libertad. Porque al final nunca lo somos ni siquiera de voluntad. Y no me cuentes más historias esas sobre el amor. Las que aún huelen a juventud llenas de polvo en el cajón. Porque molida ya está mi alma Porque ya está vieja y cansada, y en el banal cuerpo, que mío es, permanece atrapada. Pero mi corazón corre libre libre y atado a un cuerpo del que su amada es esclava.