Alas mojadas
Unos susurros tan fuertes como tormentas, destruyen mi cabeza, hunden mis esperanzas, en un mar de agonías. Atraído por la magia invisible, elegidos en un mar de insectos, una marabunta de agujas, cerrando mi estomago, mis pulmones, mi corazón. Mis labios cosidos, desgarrados por tus labios, en mi garganta hay una telaraña, que no deja que arme palabra, ya llegó el fuego y el humo. Y este corazón acabara alegándose, huyendo de la tormenta para no mojar mis alas.