No me cuentes más historias

No me cuentes más historias
y menos sobre libertad.

Porque al final nunca lo somos
ni siquiera de voluntad.

Y no me cuentes más historias
esas sobre el amor.

Las que aún huelen a juventud
llenas de polvo en el cajón.

Porque molida ya está mi alma
Porque ya está vieja y cansada,

y en el banal cuerpo, que mío es,
permanece atrapada.

Pero mi corazón corre libre
libre y atado a un cuerpo

del que su amada es esclava.

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