Un final seco
Recuerdo pocas cosas de vidas anteriores, siempre con una niebla espesa en el camino, una fuerte muralla en el paso de unos gigantes simplemente “locuelos” Cuando consigo ver al frente la oscuridad inunda mis ojos, mis oídos me corrompen el alma con unos suspiros aterradores, solo quiero agacharme y saltar al acantilado gritando, desgarrando mi voz seca y mi piel agitada. Mi cerebro consigue cambiar mi prespectiba, ya no puedo ir lento, ya no puedo pararme a esperar mi colapso. En ese momento, mis rodillas tocaron fuertemente el suelo, la sangre brotaba de mi nariz, desde ese instante solo recuerdo... recuerdo un fuerte estallido en mi cabeza.