No sé decirte no
No sé decirte no No sé decirte basta Cuándo me miras así no distingo los colores mis delirios, mis dolores no son cosa de mi. Y cuándo me hablas bajito en la oreja muy despacito incitando a la perversión. Nadie te ha advertido, que yo no soy un angelito, que hay un demonio en mi, deseando tenerte en la cama y hacerte el más feliz. Negro, blanco o gris se vuelven color carne cuando empiezas a besarme dentro de tu habitación. Y ya no sé decirte no No sé decirte basta