Nuestro pasado se ha cerrado
Si yo al menos pudiese devolverte lo que tu me das, lo que me enseñas con una sonrisa, lo que tú siempre me consigues mostrar, no te agobies más, solo te pido un minuto más en tu mano. No me sueltes, porque aunque te caigas de nuestra nube, yo siempre estaré agarrado a cada centímetro de tu piel, en cada instante del reloj que tú me enseñaste a sonreír. Me dijiste cómo volar por las agujas del reloj, como caminar por el agua sucia de un destino lleno de colores, me enseñaste a ver más lejos de la niebla de mi cabeza. Abre tu corazón, otra vez, ábrelo, para un loco al que enseñaste amar. Recuerda cada puerta que abrimos, cada sonrisa que le pusimos al otro sin pensarlo, pero yo solo me desespero, al ver nuestro pasado cerrado, cerrado en llamas.