Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2017

Espaldas manchadas de sonrisas

Caminar hacia el infinito, detrás de vuestras espaldas, mientras muerdo algodón, una droga que nunca escuchareis. Pero duele que me deis la espalda sabiéndolo yo, sin lamentación, sin compasión. Por eso os quiero gritar a la cara, empujaros hasta que mis manos no puedan más, saber la verdad que se oculta debajo de vuestros zapatos, sin saber más de lo que os contaré, aquí y halla. Sin que me diera cuenta, mi cuerpo se cubría con más hojas con cada grito, sin que yo supiera ni siquiera lo que me congelaba los brazos, me fui enterrando yo mismo gritándole a vuestras espaldas, unas espaldas manchadas de sonrisas.

Una vida desnuda que no puedo tocar

Cada año no pesa, aun que si pasa, siempre avanza, el tiempo nunca se queda atrás aun que yo a veces por momentos. Sufriendo una vida que no se sostiene sola, una vida desnuda que mi cuerpo no puede tapar, acariciar, más que un alma no se borra por mucho que el tiempo la desgaste, el viento del tiempo. Siempre pensé en cada segundo que jamás volverá, pero me encantan los segundos que paso con ellos, personas todas, almas de todo menos puras, vidas que hacen que mi corazón lata fuerte. Lo único que me da pena es cada sonrisa que se queda atrás, cada abrazo, cada beso. No lloro, sonrío, porque no empieza lo mejor, ya tengo lo mejor

Tu barco nunca zarpó

Tú elegiste el barco que nunca zarpó, yo el avión que no hace más que despegar, mientras tú solo quieres mojarte, yo estoy harto de navegar por los cielos. Pero aunque más cansado no pueda estar, el tiempo no ha pasado, porque nunca olvidé lo que era surcar las palabras, surgidas te tu lengua húmeda de pasión. Pero sigo frío, como las primaras canciones de green day, las que te congelan por dentro. Yo nunca jamás te olvide, al revés de la censura y mis labios, porque tus piernas y el ritmo de tu corazón jamás detendrán los violines de la banda sonora de nuestra vida

Todos somos personas

Los niños pecamos de egoísmo, los adultos pecamos de soberbia, nada más lejos que una realidad, nada más real que cruzar un puente que une mundos. Los hombres pecamos de impotencia, las mujeres pecamos de impaciencia, pero jamas veras pelear a dos sonrisas, aun nunca podrás verlo más lejos de las personas. La palabra persona no peca, las personas que jamas pecamos de desigualdad, humildad es la bandera que junta nuestras sonrisas, más el silencio de muchos el la sombra que oculta gran parte de nosotros.