Una vida desnuda que no puedo tocar

Cada año no pesa,
aun que si pasa,
siempre avanza,
el tiempo nunca se queda atrás
aun que yo a veces por momentos.

Sufriendo una vida que no se sostiene sola,
una vida desnuda que mi cuerpo no puede tapar,
acariciar,
más que un alma no se borra por mucho que el tiempo la desgaste,
el viento del tiempo.

Siempre pensé en cada segundo que jamás volverá,
pero me encantan los segundos que paso con ellos,
personas todas, almas de todo menos puras,
vidas que hacen que mi corazón lata fuerte.

Lo único que me da pena es cada sonrisa que se queda atrás,
cada abrazo, cada beso.
No lloro, sonrío,
porque no empieza lo mejor,

ya tengo lo mejor

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese árbol perfecto

Puentes en construción

Sin cabeza, sin control