La agonía de no sentirte vivo
Cada
vez que cierro los ojos,
una
luz se apaga dentro de mi,
una
mariposa crece en mi interior,
mil
hojas vibran entre mi pecho.
Siento
que con los ojos cerrados puedo volar,
soñar
de nuevo,
crecer
entre lágrimas
y
dormir hasta que encuentre una sonrisa.
Mi
dolor aumenta en cada paso,
cada
instante que no lloro por el corazón
tampoco
consigo soñar con el siguiente día.
No
quiero gritar mañana,
solo
seguir levantado,
soñando
despierto en el mundo de los muertos,
que
nunca estaré tan vivo como el día de los mas resentidos.
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