Palabras de labios usados

En noche cerrada se ocultan las estrellas, y yo, drogado de noches a tu lado, busco tus matemáticas curvas para sentirme vivo esta noche. En silencio mientras vivo, respiro, inhalo tu humo de verdad mientras callo, respiro y sigo, callado, hundido entre lágrimas desdichadas, encalladas. Siento que vuelvo virgen a tus manos, como enfermo de torturas, enfermo de tu mal de amores. Y tu eres mi profesora de magia negra, enseñándome conjuros que solo emergen de tu boca, y que yo me empeño a buscar en tu ombligo. Buscando por una gran ventana, mas pequeña que tu corazón, mas grande que tu alma, ansia seca, callada estas con los ojos completamente abiertos, sellados, en una parte de ti que no tiene sentido, mas que las ganas que tenemos de comernos a mordiscos. Y tu, que no paras de decirme que somos un caso perdido, el pecado en estado puro, la perdición perfecta que sabemos que no necesita el otro. Por eso se mi ...

Sintiendo una coraza fuerte, una presión incesante, un fuerza que me inunda, me provoca y me excita. Cerrando los ojos, sintiendo todo tu cuerpo, tu alma desnuda, tu sentimientos mientras mis ojos arden en círculos de pasión. Gritando sin control un orgasmo sin final ni comienzo, es una desconexión de la vida, un silencio que habla, una palmada en la espalda, un lago en el desierto, así comienzan todos mis esfuerzos. Saboreando tus labios, cerrando el corazón, ya has entrado tu no quiero que vuele nada más solo tu podrás gritas en mi oído, gemir entre mis sentidos.

Poder recorrer tu piel de nuevo, sintiendo algo único, algo que me calienta como nadie, que se siente tan fuerte como el acero. Sintiéndolo todo dentro, una primera vez de lágrimas, hasta lo mas profundo de un mundo, recorriendo las mismas curvas que los dos queremos apretar. Tan duro y hondo como queríamos, como los dos necesitábamos, como tu y yo lo sentíamos. Tu dentro, yo suave, solo pensando en corrernos, viviendo nuestros corazones unidos, sintiéndolo tono caliente, ardiendo juntos en silencio.

Cada vez que cierro los ojos, una luz se apaga dentro de mi, una mariposa crece en mi interior, mil hojas vibran entre mi pecho. Siento que con los ojos cerrados puedo volar, soñar de nuevo, crecer entre lágrimas y dormir hasta que encuentre una sonrisa. Mi dolor aumenta en cada paso, cada instante que no lloro por el corazón tampoco consigo soñar con el siguiente día. No quiero gritar mañana, solo seguir levantado, soñando despierto en el mundo de los muertos, que nunca estaré tan vivo como el día de los mas resentidos.

Nunca sentí como dos almas brotaban en mi, sin mas sentido que un porque si, que una estupidez sin fin, mas yo sin ti, no descubrí que la vida brilla, más contigo sin ti. Más que el brollo no nace así, no nace brillando, solo viviendo, observando, sin mas resplandor que el de aquí... más que el fin.

Oh Dios, oh Dios, oh siempre tan pendiente de lo que pasa y yo aquí, lejos de poder alcanzarlo lejos de que se vuelva a escapar. Así que coge al ángel por las alas arrastra el tópico por la sala, llévatelo lleno de heridas, resguárdalo de las miradas. No dejes que se desvanezca. Oh Dios, oh Dios, oh ¿Qué te he hecho yo a ti? Para que me quites el brillo de sus ojos. Para que me falte el final de el principio. Para que ya no me quiera.

Mientras las estrellas brillan, mi nariz detecta la vida en forma de humo, los sentidos en forma de copa, le alegría en forma de persona. Viendo el cielo con la fuerza de la tierra, el frío de la noche, con los ojos cerrados, y las risas y las manos en alto. No quiero abrir la boca, quiero callar pero no consigo, no consigo vivir sin ser yo, solamente un iluso con el alma alegre. Un latido del corazón roto, que se obscurece, que no se muestra, pero se piensa y al otro lado, la misma vida idéntica sin ser igual, un latido débil que calma la vida, que no consigue ver mas allá de los muros, de los muros rebelados la mañana siguiente.