Poder oculto

El frío me corrompe,
como una copa de frío mármol,
mis dedos se vuelven carbón,
mientras en mis venas se derrite la nieve de tu amor.

Por una mente difusa pasan impulsos,
por la que le aprecian pasan dudas,
en su corazón nace felicidad sin temor, sin rencor,
dulces versos duros recorren su lengua,
puesto que con su mirada

un desierto se quedaría frío.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese árbol perfecto

Puentes en construción

Sin cabeza, sin control