Sabes que ángeles hay muchos

Cada ángel que cae,
que vuela,
deja un rastro de plumas y alas mordidas.

Todos ellos han volado delante de mis ojos,
mostrándome lo que hay en cada mundo,
en cada universo que inventa un simple beso.

Ellos siguen armados de trampas,
secretos inconfesables,
ojitos cerrados que te ven desde lo negro,
mientras el frío te conquista desde los pies hasta el alma.

Aturdido, desconfiado,
no sé porque pasear por parques desolados,
si cada ángel trae la figura de una mujer manchada de sangre usadas por ti,
vuelan y vuelan buscando un hombro en el que posarse
y comer sus huesos asta saciarse,
sin temor, sin rencor,
ellos viven pegados a demonios.

En los cielos llueve,
hace frío,
el viento es suave,
y por las mañanas río.
Sin duda,
desconsolada,
a los ojos os miraba
y terminaba en las esquinas aterrorizada,
esa es mi alma.

En los cielos llueve,
hace frío,
en el invierno los ángeles abrazan a los demonios,
queman sus alas,
y ellos no se arrepentirán,
ya no despegan,
ya no gritar por los cielos,
pidiendo abrazos,
ya están fundidos,
entre los demonios buenos

y los ángeles malos.

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