No sé decirte no

No sé decirte no
No sé decirte basta
Cuándo me miras así
no distingo los colores
mis delirios, mis dolores
no son cosa de mi.
Y cuándo me hablas bajito
en la oreja muy despacito
incitando a la perversión.
Nadie te ha advertido,
que yo no soy un angelito,
que hay un demonio en mi,
deseando tenerte en la cama
y hacerte el más feliz.
Negro, blanco o gris
se vuelven color carne
cuando empiezas  a besarme
dentro de tu habitación.
Y ya no sé decirte no
No sé decirte basta

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese árbol perfecto

Puentes en construción

Sin cabeza, sin control