Nuestro reflejo de la luna
No
distingo mas allá del frío y de la luna,
la
velocidad o el miedo,
porque
más allá de la obscuridad y el reflejo de la luna,
puedo
encontrar las palabras vacías de todo un mundo,
un
mundo que se asombra en su mente pero no puede bañarse en su propia
gloria.
No
pueden encontrar el alivio del ínfimo,
la
alegría del silencio de los arboles
y
los gritos agónicos de un vientos llameante de espinos.
Mi
corazón se ralentiza por cada metro que avanzo en esta obscuridad,
en
este vacío obsoleto por huesos,
mientras
a lo lejos brilla la luz de la mañana,
me
rozan sus dedos con solo gestos de amor
y
yo al fin consigo sonreír escapando del mar de barro que me
atrapaba.
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