Aun que no supieseis nada

¿Porque coño me hacéis esto?
Yo no he echo nada,
porque removéis los cimientos de mis miedos.
Porque nadáis en mis temores salados,
porque coño me hacéis daño,
Yo no he echo nada para recibir vuestras mentiras.

Me duele mucho que unos imbéciles me corten las alas y me aten la boca,
Me he dado cuenta de las ventajas de la soledad,
ya se lo que es ser traicionado,
ya puedo gritarles al espejo feliz con lágrimas de furia lumínica,
ya os puedo decir adiós cabrones.

No sabíais nada,

como siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese árbol perfecto

Puentes en construción

Sin cabeza, sin control