Motor de avispas

Unos ojos de avispas,
que te puede zumbar el corazón.
Un instante de libertad,
que se funde con una frenada,
un número que sube
con cada pestañeo más largo,
con cada lágrima consumida,
con esas piernas aceleradas
y acompañado con la tormenta de truenos.
Acelera más y más.


Y termina con ese zumbido en una luna de un Peugeot.

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