En un árbol

Mis sentimientos de dolor
nacen de la misma rama,
del mismo llanto,
de la misma lágrima,
de cada angustia que me consume
me hace crecer por fuera
y mermar por dentro,
ahogar mis retinas en esperanzas.

Aún espero por ti,
por una ayuda,
por un soplido refrescante.
Por ti.

Necesito menos puñales en mi corazón,

menos zarzas y más abrazos de pasión

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese árbol perfecto

Puentes en construción

Sin cabeza, sin control