En tu mundo de jardines

Siento mil espinas al rededor de mi,
incesantes, sin frenar un simple instante,
todas a la par destrozando mi piel desde dentro.
Mi alma ya convertida en puro atrezzo.

Mi corazón lo abraza un alambre,
pero de espinas de la rosa más bella.
Solo con versos se puede contar lo que ocurre en mi mundo enredado.

Esa flor que cambia mi mundo y distorsiona mis versos,
solo puede ser ella,
pues to que años ya pasan por mi mente al pensar en ella,
me resigno a pensar que me hace daño, puesto que sus espinas son de amor.

Sin embargo todo se queda en la lujuria con mi dolor,
todo en un mismo lugar,
en tu mente,
en tu alma.

En... en.

En cada verso perdido por elegir besarte.

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